En la región Costa y Galápagos los estudiantes de las escuelas y colegios están en clases virtuales porque las presenciales siguen prohibidas para evitar el covid-19.
Los estudiantes de todas las edades permanecen frente a la computadora, celular u otro dispositivo tecnológico por entre 40 y 80 minutos. En ese tiempo, muchas veces no se concentran porque a su alrededor hay distractores, no están en un ambiente adecuado para aprender, o porque no están acostumbrados a recibir clases virtuales.
Estas son algunas recomendaciones de las expertas en psicopedagogía María Gracia Endara y Valeria Bastidas, para que los padres de familia y los profesores ayuden a los estudiantes a mantener la atención en las clases virtuales:
Establece un horario
María Gracia Endara recomienda que los papás de niños pequeños creen un horario para que sus hijos se anticipen que a una hora determinada tienen clase. Además, deben decirles cuánto tiempo durará.
Para los niños de 8 años en adelante, el padre de familia puede usar un reloj de manecillas con números grandes para decirle a su hija, por ejemplo, “cuando la manecilla que está en el número tres llegue al número ocho se termina la clase”. Eso les ayuda a reducir la ansiedad y a concentrarse. Con niños más grandes, dice Endara, se puede usar un cronómetro.
Crea un ambiente sin distractores
Los padres de familia o cuidadores de las niñas y niños que están recibiendo clases virtuales deben asegurarse que en el lugar en que reciben las clases, sea el estudio, el comedor, la sala o cualquier otra habitación, esté en ese momento ocupada solo por el estudiante para que la presencia de sus papás o hermanos no lo distraiga. Es importante que ese lugar esté ordenado. Además, es importante, que el niño esté sentado en una silla a su altura y que sea cómoda, que haya buena iluminación y ventilación y que tampoco haya comida alrededor.
Valeria Bastidas aconseja que el estudiante debe recibir las clases lejos de una ventana o puerta o de un televisor encendido para que no pierda la atención mirando lo que sucede ahí. María Gracia Endara recomienda no tener juguetes cerca, que no coman mientras estén en las clases y que los estudiantes tengan los materiales preparados para que no necesiten levantarse después de conectarse.
Acompañar de lejos
Los padres deben supervisar desde otro lugar que el niño ponga atención, que no esté jugando, que no se levante de la silla o se distraiga. Si la mamá o el papá están a su lado, se vuelve tímido, no participa porque tiene temor a equivocarse, explica Valeria Bastidas. “Cuando están solos tienen más confianza para participar porque saben que si se equivocan no pasa nada”, dice.
Reglas claras
Al iniciar la clase virtual, los profesores deben establecer reglas de comportamiento como mantener el micrófono apagado y activarlo solo cuando se les pida o quieran participar.
Los adolescentes deben mantener encendida la cámara para que los profesores miren qué hacen pues, dice Bastidas, los adolescentes suelen apagarla para acostarse o comer. Endara sugiere que los padres monitoreen cada 15 minutos que los adolescentes tengan encendida la cámara. Los profesores deben pedir a los estudiantes no jugar con el chat de la videollamada o con los fondos virtuales.
Que hagan ejercicio
Los profesores deberían aplicar ejercicios físicos durante o al final de la clase para cambiar de actividad, porque los adolescentes no están acostumbrados a permanecer frente a una pantalla por tanto tiempo. Hacer ejercicios “vuelve un poco más motivante las clases virtuales”, dice Valeria Bastidas.
Alejarse de las pantallas
Al finalizar las clases en línea, el padre de familia debería evitar que el niño continúe frente a la computadora u otro aparato viendo alguna película, jugando o navegando en redes sociales.
Este artículo fue recopilado de la fuente: GK CITY